La grama de las boticas, conocida también como cerrillo y considerada «mala hierba», tiene un enorme valor terapéutico, conocido desde la antigua Grecia.
Se trata de una especie infestante, presenta rizoma rastrero, delgado y coriáceo, con abundantes radículas. Las hojas son delgadas, lineares, ligeramente dentadas y tormentosas, con una corta lígula en el punto de unión al culmo. Las flores se presentan en espigas terminales y en número de 4 a 9 desde la primavera al otoño, con dos estambres y tres estigmas.
Es común y prospera preferentemente en los suelos áridos e incultos, sobre todo en las llanuras. Puede alcanzar los 20 cm y se recolecta durante todo el año.
La grama de la botica está compuesta por almidón, mucílagos, levulosa, manitol, fructosa, saponina y triticina. Tiene poca esencia y las cenizas contienen abundante silicio. La parte empleada para usos médicos es el rizoma seco.
Propiedades curativas de la grama de la botica
Antiséptico y antiinflamatorio eficaz en casos de cistitis, uretritis e infecciones urinarias en general.
Antiséptico y antiinflamatorio eficaz en casos de cistitis, uretritis e infecciones urinarias en general.
Es diurética, emoliente (sirve para ablandar tumores o formaciones duras), litóntrica (depurativa de los cálculos urinarios), así como sudorífera en casos de fiebres por resfriados, sarampión, escarlatina, etc.
Su dosificación es la siguiente: En decocción de 30 a 40 gramos de rizoma seco por cada litro de agua. Hervir durante 10 minutos y tomar entre 2 y 3 tazas diarias. Conservar en lugar seco.
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