Cuándo aplicar el frío?
El tratamiento terapéutico con frío se conoce como crioterapia y es muy adecuado para mejorar o reducir algunas inflamaciones recientes causadas por lesiones traumáticas como esguinces, roturas de fibras o golpes.
Aplicando frío se consigue un doble efecto; lograr que los vasos sanguíneos se cierren y que descienda la temperatura local. Al reducir el aporte sanguíneo disminuyen también los agentes que producen la inflamación, y esto actúa aliviando progresivamente el dolor.
Cómo usar el frío. Para aplicarlo se pueden emplear almohadillas frías (también llamadas cold-packs), previamente enfriadas en el congelador. Emplear hielo envuelto en una toallita es otra buena forma de aplicar frío local. Basta con aplicarlo 15 minutos y su efecto dura aproximadamente un par de horas.
Está contraindicado utilizarlo en personas con piel reactiva al frío, diabetes, enfermedades cardiovasculares graves, trastornos renales o de hígado.
Cuándo aplicar calor?
La termoterapia se basa en la teoría de que el calor permi¬te dilatar ios vasos sanguí¬neos y facilitarla circulación de la sangre. En el caso de las inflamaciones antiguas (que se han producido días atrás), esta vasodilatación consigue aliviar el dolor. El calor también contribuye a una recuperación de la movilidad, así como a mejorar la rigidez muscular.
Para lograr todos estos beneficios, se aplica calor a una temperatura de en¬tre 34 y 36 °C y nunca superior a 58 °C, que es el límite de sensibilidad que la piel puede soportar.
Cómo usarlo: Se utilizan lámparas de calor, almohadillas eléctricas, paños calientes, bolsas de agua o parches con efecto calor. También se puede optar por los baños de vapor o por las satinas secas.
Está contraindicado en caso de padecer una cardiopatía, apendicitis, inflamaciones agudas del aparato locomotor y en pacientes que tomen anticoagulantes. Hay que ser cautos si se llevan implantes metálicos, ya que se pueden acabar calentando.
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