Los antidepresivos comerciales son los fármacos más vendidos y en continuo crecimiento. Producen adicción, dolor de cabeza e insomnio, entre otros efectos secundarios, y no atajan la causa del desequilibrio. El tratamiento de la depresión debe abordar diferentes aspectos de la vida del paciente.
El ginkgo mejora la irrigación cerebral, lo que ayuda a algunos pacientes con depresión. Otra planta con propiedades similares es la vincapervinca: mejora el estado de ánimo, la concentración y la memoria, disminuyendo la irritabilidad y el dolor de cabeza.
La práctica del yoga es muy recomendable. Tanto las posturas (asanas) invertidas, como los ejercicios de respiración (pranayama) favorecen la afluencia de sangre al cerebro. Pero más que posturas concretas cabe aconsejar la práctica global del yoga, que ayuda a relajarse, tomar contacto con la realidad y encontrar un sentido a la existencia.
El tratamiento con acupuntura, después de un diagnóstico correcto por parte de un experto en medicina tradicional china, puede producir resultados espectaculares en algunos pacientes.
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