La equinácea, de la familia de las compuestas, es originaria de Estados Unidos. Posee una característica flor, muy parecida a la margarita, en color morado.
Esta planta ha sido empleada como ingrediente para remedios naturales desde tiempos remotos.
En la actualidad, se ha podido observar que efectivamente la equinácea posee propiedades inmunoestimulantes, Por ello, resulta esencial en el tratamiento de resfriados y gripe, así como de enfermedades más crónicas como la fiebre ganglionar o la fatiga postvírica.
Igualmente, estimula la producción de leucocitos, que combaten las infecciones, y por eso se usa en el tratamiento del sida.
Se usa la equinácea, también, como remedio para las alergias y heridas bucales. Tiene propiedades antiinflamatorias, antisépticas y es anestésica local, por lo que se usa de modo tópico, mediante cataplasma o compresas, sobre la zona dolorida por rotura o inflamación, o encima de quemaduras, úlceras u otras heridas
Una infusión hecha de equinácea provee una sabrosa pero menos potente alternativa. Para hacer una infusión, verter sobre 1 taza de agua que esté hirviendo 2 cucharadas de la hierba, ya sea seca, fresca o en polvo. Dejar reposar durante 5 minutos. Tomar 2 tazas al dia.
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